Cómo diseñar el vestidor prefecto

vestidor

Ahora que ya estamos en otoño y pronto comenzaremos con el cambio de armario, hemos pensado que seguro que te gustará algunos consejos sobre cómo diseñar el vestidor perfecto, sobre cómo aprovechar al máximo cada rincón.

Y es que, tal vez dispones de un poco de espacio en la habitación o tienes una pequeña zona que no utilizas para nada y puede ser el momento para plantearte crear un vestidor donde tener a mano toda tu ropa, zapatos y otros textiles del hogar.

Ten en cuenta que no tienes por qué tener un vestidor enorme, ya que la clave no está en el tamaño, sino en la organización. De nada sirve contar con un espacio muy amplio si no tenemos el sistema de almacenamiento adecuado o la distribución correcta.

Lo primero que debemos pensar es en la distribuir del espacio. Las formas de organizar el mobiliario de un vestidor más comunes son:

  • Vestidor en una pared: se trata de la forma más sencilla y más común cuando el vestidor está dentro del dormitorio o la habitación es algo pequeña.
  • Vestidor en forma de L: es otra de las mejores opciones cuando el vestidor está en el dormitorio. Podemos crear dos espacios separados, como por ejemplo la zona de la ropa y la zona de los zapatos.
  • Vestidor en forma de U: cuando tienes un espacio destinado al vestidor, esta es una de las mejores opciones porque permite más espacio de almacenamiento. Aquí debes tener en cuenta la distribución de puertas y ventanas.
  • Vestidor en paredes enfrentadas: aquí aprovechamos ambas paredes con una serie de armarios de tableros que se oponen unos a otros, dejando un espacio central que permite moverse con comodidad por la habitación.

Una vez decidida la distribución, tendrás que pensar en si dejas los armarios abiertos o prefieres cerrarlos. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes por lo que la decisión final dependerá de nuestros gustos y de lo que nos resulte más importante en cuanto a la funcionalidad.

En el caso de los vestidores abiertos, las principales ventajas son:

  • Tenemos toda la ropa a simple vista
  • Visualmente es más potente y atractiva
  • En espacios pequeños da sensación de mayor amplitud

Por contra, los inconvenientes que podemos encontrar son la suciedad, ya que pueden llenarse de polvo más fácilmente y el orden que tenemos que llevar en todo momento.

Los vestidores con muebles de almacenamiento cerrados ofrecen la gran ventaja de que protegen mejor la ropa del polvo. En el caso de tener poco espacio, lo más aconsejable es optar por puertas correderas.

En cuanto a la organización, lo ideal es que combines baldas, con cajoneras y con barras. Los cajones son más útiles para los complementos o elementos más pequeños, como lencería, calcetines, pañuelos, cinturones, etc. Las barras son imprescindibles, puesto que hay mucha ropa que necesita ser colgada si no queremos que acabe arrugada. Las baldas también son importantes. Recuerda dejar las de más difícil acceso para guardar la ropa que no nos ponemos tanto, y las más bajas para las prendas más funcionales. Además si tenemos una buena colección de zapatos, tendremos que colocar baldas inclinadas, especiales para ellos.